Aunque las redes WIFI se hayan convertido en los últimos años en un componente indispensable en nuestras vidas, se han llevado muchas reformas estatales para que los niños y adolescentes tengan acceso a ordenadores ya sea en la escuela o en casa. Aun así muchos especulan la posibilidad de que estas redes sean perjudiciales para nuestra salud. Cabe destacar el caso de algunos países como por ejemplo Francia o Suecia donde ya están procediendo a la retirada de este tipo de redes en lugares como colegios, bibliotecas y otros centros públicos. Todo ello para poder prevenir problemas a la continuada exposición a la radiación.
Según más de los 2.000 estudios recogidos en un informe resumen global denominado Bioiniciative, se explica que puede existir una causa/efecto en lo relacionado a la aparición de algunos tumores con el uso de forma prolongada de las redes WiFi, lo que puede generar todo tipo de problemas tanto en adultos como en los más pequeños. Esto se debe a la potencia de la radiación electromagnética que emiten las antenas, que son las causantes de lo que se ha conocido. Pero el problema no es solo ese, la fundación Vivo Sano calcula que un niño escolarizado entre los 3 y 16 años pasará más de 10.000 horas recibiendo probablemente las radiaciones electromagnéticas procedentes de dispositivos sin hilos.
No obstante, a día de hoy, no existe ninguna prueba de que las ondas de radiofrecuencia que emite una red WIFI sean perjudiciales para la salud. En los últimos 15 años no se han encontrado pruebas en ninguno de los estudios científicos realizados de que una exposición a radiofrecuencia aumente el riesgo de cáncer. Por lo que se podría concluir que aunque es posible que existan riesgos, lo mejor que podemos hacer es llevar a cabo un uso responsable de las redes WIFI y mantener ciertas precauciones como por ejemplo, mantenerse a mas de 30 cm de un router.
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